Lavado de camisas desde $ 3.150

Hay muchas diferencias entre una camisa de mujer y una de hombre, empezando por la forma en que se confeccionan. Las camisas de hombre pasan por un fuerte proceso destinado a eliminar la grasa y los aceites corporales. Además, se colocan en un balancín y se prensan entre dos grandes placas metálicas. De este modo, el algodón queda prensado con un calor extremo. El balancín se fabrica sólo para camisas de hombre, y por eso su precio es más bajo. Por otro lado, las camisas de mujer suelen tener cortes diferentes, con curvas en lugar de ser rectas como las de hombre. Esto impide que las instalaciones utilicen la misma maquinaria para procesarlas. Además, casi siempre, las etiquetas de cuidado de las blusas recomiendan un lavado con agua fría debido a los tejidos y acabados de fábrica: no están hechas para durar en una lavandería comercial caliente como las camisas de hombre. Además, la mayoría de las veces, las camisas de mujer también requieren un lavado a mano.